Hoy 25 de noviembre, conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Hacemos un alto, para reflexionar sobre el sufrimiento que muchas mujeres viven a diario. La violencia contra la mujer no tiene cabida en nuestra sociedad y no podemos guardar silencio.
Por eso en este día, dirigimos un mensaje a las mujeres trabajadoras, quienes en muchos casos, enfrentan no solo el desafío de cumplir con sus responsabilidades laborales, sino también la carga de la violencia y la discriminación en sus entornos de trabajo, y en el hogar.
Las mujeres trabajadoras son el corazón y el motor de nuestra economía. Desde quienes lideran empresas, hasta aquellas que realizan tareas esenciales en hospitales, escuelas y comunidades; cada una de ellas aporta un valor incalculable. Sin embargo, muchas de estas mujeres enfrentan situaciones de acoso, discriminación y violencia en el espacio laboral.
Es importante tomar acción, generando entornos laborales seguros, donde el respeto y la igualdad sean la norma y no permitir que la violencia empañe el esfuerzo y la dedicación de millones de mujeres que trabajan incansablemente por sus sueños y los de sus familias.
La violencia no es un tema privado, es un problema social que nos involucra a todas las personas; en este camino hacia la equidad, es esencial que todos; gobierno, empresas, y sociedad civil, trabajemos juntos para erradicar la violencia en todas sus formas. Esto incluye crear políticas encaminadas a promover la educación sobre la igualdad de género y garantizar que se implementen medidas para proteger los derechos de las mujeres en sus lugares de trabajo.
Hoy, levantamos la voz no solo en apoyo a las mujeres trabajadoras, sino en defensa de sus derechos y su dignidad. Recordemos que un mundo sin violencia es posible, y que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta lucha.
Juntos, construyamos un futuro en el que cada mujer pueda trabajar en un entorno libre de violencia, seguro y equitativo.
Por un presente y futuro donde la mujer trabajadora sea valorada y protegida.
¡No calles, actúa, denuncia!