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Cautiverios uno
POESÍA Los cautiverios son muchos
Pero no lo saben ni tu boca ni tus manos que
trabajan abnegadas en múltiples quehaceres
hasta quedar fatigadas sobre la espuma.
Los cautiverios son el cuerpo
Pero no lo saben tu piel ni tu sangre que
ocupados andan trabajando para tener una casa
donde poder arrinconar los sueños.
Los cautiverios son un templo
Pero no lo saben tu boca ni tu silencio que se
distraen en sagrados ritos hasta aburrir a dioses patriarcales
en el terrible encuentro que nos aleja.
Los cautiverios son un espejo
Pero no lo sabe tu rostro ni tu mirada que
con locura se despiertan cada día para descubrir
una cara a la que hay que ponerle una máscara fingida.
Los cautiverios son tus hijos
pero eso lo sabe tu corazón y por eso
no descansa por llevar el pan cuando aún la noche es cruel y peligrosa.
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