Page 144 - Memoria2017
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el tifus te encerró en un metro treinta de estatura y
POESÍA la viruela se ensañó en tu rostro con la furia de mil meteoros.
Caroline,
la desgracia te alejo de los barrotes victorianos,
del matrimonio arreglado, del destino manifiesto.
Lucretia,
la desgracia fue el giro, el rumbo, el principio.
Fuiste iluminada por la inmensidad
del cielo profundo.
Orbitabas alrededor de tu hermano William,
tal como los cometas y asteroides alrededor del sol;
y los astros aceptaron tu ofrenda.
William descubrió Urano
y se convirtió en astrónomo real.
Su vida se consagró oficialmente
al culto travieso de cazar estrellas,
y con ello también se consagró tu vida;
su vida fue el salvoconducto
para seguir asistiendo,
para seguir calculando,
atrapando estrellas,
nebulosas, misterios.
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