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a encender, de poste en poste, la luz. Luego, a las seis de la

mañana, había gente contratada que las apagaran. A nadie
de nosotros se le ocurriría, pedir trabajo de eso, porque ya
pasó. Ahora hay foto celdas y dispositivos, que cuando está
oscuro se encienden solitas.

Ese trabajo desapareció, se generó un trabajo distinto que
es el de cambiar, las fotos celdas, o construir las mismas,
trabajo diferente. Hace años fui a una feria del auto en

Suiza, fue interesantísimo, uno va, aprende cosas, había un
carro del que hicieron una demostración, de repente, venia
un señor, bien vestido bien trajeado, desde lejos le habla al
carro, se enciende, se le abre la puerta, él se sienta en el
puesto de atrás, vuelve, le habla al carro y este le saca un

escritorio, nuevamente le habla , le saca una computadora,
él comienza a dictarle a la computadora como una carta, en
francés, entendía una parte y la otra no la entendía.

Él le dictó una carta a la computadora, ella copiando,
terminó la carta, él le dio una dirección y la envía; saca una
bebida, se la toma, no sé muy bien como funcionó la cosa;
le indica al carro una dirección, no hay chofer y el carro se

va. ¿Dónde está el conductor? ¿Dónde está la secretaria?
El mundo está cambiando.

De repente, no nos queremos dar cuenta de que el mundo
realmente está cambiando; a lo mejor cerramos los ojos,
miramos hacia otro lado o queremos hacer como el avestruz,
metemos la cabeza en el hueco; pero eso no significa que
el mundo no va a seguir cambiando. Para bien o para mal la

velocidad, con que está cambiando es muy grande.

En el centenario de la OIT, hubo un foro de empleo donde

se analizó, por diferentes personas tanto de la empresa
privada, como de los sindicatos, como de organismos
internacionales y gobiernos, el futuro del trabajo. Tal como

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