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Señala el Informe aludido que la proporción de mujeres que dejó
de trabajar fue mayor en todas las causales, siendo que éstas al

dejar de trabajar, se quedan en sus hogares, asumiendo en su
totalidad las responsabilidades familiares, ello evidenciando que
“son precisamente las mujeres (58.4% de las inactivas) las que se
dedican a la función de crianza y cuidado de los hijos, atención de

personas mayores enfermas vivan o no bajo el mismo techo y a las
necesidades propias del hogar”. (Pérez, 2017:14)

Pese al alto nivel de responsabilidades que asumen las mujeres

en el trabajo de cuidado y al trabajo doméstico, este trabajo
es considerado un No Trabajo. Ello se evidencia en la Encuesta
de Propósitos Múltiples (marzo 2017), cuando se habla de una
proporción importante de mujeres no económicamente activas,

que “nunca han trabajado”, concepto éste que evidencia un claro
sesgo sexista, pues quienes están en esta categoría, son mujeres,
que se ocupan cotidianamente de las tareas de cuidado de infantes,
personas enfermas, adultos mayores y/o discapacitados y a las

tareas de reposición de la fuerza de trabajo.

Cuadro Nº 2

Población no económicamente activa, dedicada al trabajo del hogar, que han
trabajado antes o nunca han trabajado, según sexo.
Años 2011-2017

2011 – Encuesta de Hogares, agosto 2011
2013 – Encuesta de Mercado Laboral, agosto 2013
2015 - Encuesta de Mercado Laboral, marzo 2015
2017 – Encuesta de Propósitos Múltiples, marzo 2017
De hecho, la Encuesta de Propósitos Múltiples (marzo 2017), identificó

un número considerable de personas que al quedar cesantes, no
les interesa insertarse al mercado laboral, siendo las razones bien

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