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en la segmentación y segregación del trabajo, denotando baja
valoración e invisibilidad social.

Este fenómeno que es típico en Latinoamérica, ha originado por
parte de organismos de Naciones Unidas (desde finales del Siglo
XX e inicios del Siglo XXI), la realización de estudios estadísticos

del uso del tiempo para visibilizar, medir y valorar el trabajo no
remunerado (doméstico y voluntario) dentro de las cuentas
nacionales.

En Panamá, el primer estudio de este tipo se realizó en el mes de
octubre del año 2011, revelando el siguiente comportamiento en
el uso del tiempo:

- Hombres y mujeres usan de manera diferente su tiempo. Los
roles de género, condicionan las formas en que las personas usan
su tiempo.
- Los ocupados/as en trabajo para el mercado, dedican en total 42

horas y 15 minutos (42:15) a esta actividad, de ese promedio, los
hombres dedican 45:10 horas, en tanto que las mujeres dedican
38:30 horas .
- Los ocupados/as dedican 20:20 horas semanales para realizar

trabajo doméstico, de ese promedio, los hombres utilizan 13:24
horas, mientras que las mujeres 29:09 horas.
- Las cargas de trabajo, las ocupaciones y las responsabilidades
asignadas a cada uno de los sexos, son diferentes.

- Las tasas para el trabajo doméstico registran mayor participación
de las mujeres en esta actividad. La inversión de tiempo por parte
de los hombres a trabajos en el hogar como actividades culinarias,
aseo de la vivienda, actividades de cuidado a menores, a enfermos

no crónicos o discapacitados es de un 25.7 %, mientras que las
mujeres invierten el 74.3 % de su tiempo, en estas tareas.
- Las mujeres invierten un mayor número de horas al trabajo
remunerado y no remunerado (67:39 horas semanales) que

los hombres (58:34 horas semanales), tiempo que afecta las
oportunidades para la formación y superación personal, el

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