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versus la degradación de los elementos naturales, que son útiles
para el desarrollo humano, tomando en cuenta que los mismos son
finitos y las necesidades humanas son infinitas; por tanto, cuando
se agoten o desaparezcan, toda forma de vida se irá degradando, es
decir, se extinguirá.
Es a partir de esta paradoja que el hombre, para alcanzar su desarrollo
socio-económico como individuo, como sociedad empieza a ver,
igualmente a utilizar, los recursos de la naturaleza, como un capital
natural, como una mercancía para explotar y acumular riquezas. La
ciencia y la tecnología desarrollada a partir de la Primera Revolución
Industrial hasta la Revolución científico-técnica, del presente siglo,
han permitido la devastación de los recursos naturales del planeta,
en beneficio de una elite capitalista y en detrimento de las mayorías
de la población mundial. Esta particularidad, es la que nos pone ante
el gran dilema universal, “sobrevivir o dejarnos aniquilar”, ser o no
ser, ésa es la cuestión. Se estima que para el año 2050, la población
mundial será de 9 mil millones de habitantes, 2 mil millones más,
que requerirán de recursos que se están agotando como agua, aire
puro, alimentos, energía, educación, bosques, viviendas, etc.
También, se estima el fin de los combustibles fósiles, como: el
petróleo, gas, carbón y otros como el uranio, plutonio, etc. que son
formas de energía vitales para la humanidad. Como resultado, los
científicos, observan que esta cultura depredadora de los recursos
naturales, incide grandemente en el cambio climático; que venimos
padeciendo cada vez con más intensidad, a su vez se acelera la
degradación de los suelos, lo cual afecta la producción de alimentos
en cantidad y calidad. Esto indica que necesitamos urgentemente,
cambiar la manera de cultivar la tierra, para poder garantizar, la
seguridad alimentaria de la especie humana y demás especies vivas
del planeta, así lo han advertido los expertos de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU).
De ahí que, los expertos de la ONU, han señalado que la pesca ilegal y
la contaminación que arrastran los ríos a las costas, han deteriorado
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