Page 55 - Libro La Salud de los Trabajadores en Panamá

La salud de los trabajadores en Panamá: una deuda histórica por saldar
B. Proceso de valorización
Si bien es cierto el proceso de trabajo permite el
desarrollo del proceso de valorización, entendido
este como la producción del excedente del trabajo,
la conformación concreta del proceso laboral está
determinado por las necesidades del proceso de
valorización, es decir, pese al “carácter técnico
del proceso laboral, la clave para entender cómo
éste se constituye no está dada en la lógica
tecnológica abstracta sino en la lógica concreta
de la producción del excedente del trabajo” (10)
que conduce a la acumulación de capital. De
suerte que el “proceso laboral es la materialización
del proceso de valorización, tanto en lo que se
refiere a su base técnica, como a la organización
y división del trabajo” (11).
Hay que destacar el hecho que como resultado,
de lo antes señalado, se distinguen, desde
la perspectiva del proceso de valorización
diferentes estrategias de producir el excedente
del trabajo y desde la perspectiva del proceso
de trabajo, formas diversas de subsunción del
trabajo al capital (formal o real). De manera que
las grandes etapas del proceso de producción
guardan relación con las formas predominantes
de configuración del excedente del trabajo
y los modos de subsunción real del trabajo al
capital. A su vez las sub etapas corresponden
a las características de la base técnica y socio-
organizacional del trabajo. La subsunción formal
corresponde a los mecanismos de supervisión.
En este proceso de valorización es fundamental
identificar las diferencias entre algunos conceptos
económicos (12):
a) Capital Constante: se define como la parte
del capital que se invierte en medios de
producción, o sea, materia primas y auxiliares,
infraestructura, métodos y técnicas de trabajo
medios o instrumentos de trabajo (tecnología),
organización del trabajo (el subrayado es
del autor).
b) Capital Variable: se define como la parte
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del capital que se invierte en fuerza trabajo
(salarios).
En efecto, si el trabajo concreto implica las
exposiciones a factores de riesgos químicos,
biológicos, físicos y de inseguridad (mecánicos,
eléctricos, locativos, etc.) es obvia su relación
con las condiciones materiales de la producción
(trabajo concreto). Si el trabajo abstracto
expresado como energía consumida implica la
exposición a factores de riesgos ergonómicos
derivados de la actividad humana físico y mental
y a los factores psicosociales derivados de la
organización, división y contenido del trabajo
(trabajo abstracto) ¿Cuál es el impacto del
capital constante y variable en la salud de los
trabajadores?
Tradicionalmente, la medicina del trabajo y la
higiene y seguridad en el trabajo se han abocado
a resolver problemas de la higiene del trabajo
(en términos de contaminantes ambientales del
proceso de trabajo) y de seguridad en el trabajo
(en términos de los actos inseguros y condiciones
inseguras, vocablos que han desparecido de
la moderna seguridad en el trabajo). Estos dos
aspectos requieren un aumento del capital
constante pero la lógica del capital no se orienta
en este sentido pues al darse este aumento se
reduce la cuota media de ganancia ya que la
tecnología, materias primas, etc., no producen
excedentes del trabajo. De allí que se asiste a
un ahorro del capital constante cuya magnitud
se traduce en muerte, accidentes, enfermedades
y discapacidad de los trabajadores, es decir, se
está de frente a una masiva destrucción legal de
fuerza trabajo cuyos efectos son asumidos por la
seguridad social (en pensiones, indemnizaciones
e incapacidades temporales). Por lo tanto, la
economía del capital constante no solo afecta la
vida y la salud de los trabajadores (manuales e
intelectuales) y las condiciones y medio ambiente
de trabajo sino que se extienden fuera de los
procesos productivos de las empresas. De esta
forma, los residuos, desechos, contaminantes