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panameña, reducir los salarios y desmejorar las condiciones
laborales. En algunos casos, hablamos de relaciones que se asemejan

a la esclavitud, donde se confinan extranjeros en especie de
campos de concentración, se controlan por meses sus movimientos
reteniendo sus pasaportes y sin ningún reconocimiento a sus
derechos laborales” .
10

Por su parte, FRENADESO, en un documento publicado este año,
titulado Pronto en Panamá vivirán hasta panameños “nativos”,
a la interrogante ¿Cuántos somos? planteaba que: “Se dice que

en Panamá somos 4 millones, pero estas cifras indican que con
probablemente más de 2 millones de extranjeros entre legales e
ilegales, residen en Panamá más de 6 millones de personas. Muchos
de ellos se suman a la actividad informal, otros al sector construcción,

restaurantes, comercio, hotelería y domésticas. Pero también hay
otro tipo de migración. Son profesionales de alto nivel que pasan a
ocupar los puestos de gerencia, es decir, los jefes de los trabajadores
y profesionales panameños”.

La incorporación de mano de obra extranjera responde al propósito
de la globalización neoliberal de abaratar el costo de la fuerza de
trabajo, sobre todo para las corporaciones transnacionales y el gran

capital local vinculados a ellos, ante un aumento de trabajadores
(nacionales y extranjeros) en búsqueda de trabajo. La vía de
reducción, no es solo por el incremento del ejército de reservas
(desempleados), sino también por las condiciones de ilegalidad de

algunos de ellos (no legalización de estatus migratorio y sin permisos
de trabajo), que los hace presa de bajos salarios, no seguridad social
ni prestaciones sociales.

10 “La Migración en Panamá una Verdadera Crisis”, en La Estrella de Panamá, 4 de agosto
de 2017.

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