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cuentan, no pueden disfrutar del derecho básico a servicios

de salud dignos, apropiados en el momento adecuado y
en el momento oportuno; eso es una preocupación del
Ministerio de Salud. Además, la estrategia de acción, sobre
fortalecer la capacidad de diagnóstico, los sistemas de
información, la vigilancia epidemiológica, la investigación de

las enfermedades, los accidentes y la muerte en el trabajo,
hacen eco, fundamental en todo lo que se ha hablado en el
día de hoy. Estos son los retos compañeros.

Necesitamos que los servicios de salud, en los procesos
de diagnósticos, los sistemas de información, la vigilancia
epidemiológica de la investigación, de enfermedades,
accidentes y muertes en el trabajo, alcancen un nivel

óptimo para entonces garantizar aquellos escenarios de
productividad. Recordando lo que dice la Constitución
Nacional, en el artículo 110, en materia de salud, donde

corresponde primordialmente al estado, el desarrollo
de las siguientes actividades integrando las funciones
de prevención, curación y rehabilitación, en el acápite 6.
Quiero hacer mención de que es un mandato constitucional,
que el Ministerio de Salud, vigile el cumplimiento de las

condiciones de salud y la seguridad, en los lugares de trabajo,
estableciendo una política nacional de medicina e higiene
industrial y laboral.

Ya es momento señores, es el siglo XXI, tenemos fe de
que ahora, sí existe las condiciones para arrancar y tener
una política nacional. Porque la rectoría, tiene que ver
con regulación, conducción, modular el financiamiento,

garantizar el aseguramiento, armonizar la provisión de
servicios; sobre funciones especiales de salud pública. Pero
por encima de todo, lo más importante, la intervención

nuclear, es la participación social, de un pueblo, de una
sociedad, totalmente en sintonía con una imagen, objetivo de
un gobierno donde lidere y cumpla con aquellas funciones.

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