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VISIÓN LABORAL Revista No.4 Volumen 3
La inserción laboral es la principal vía de independencia económica y familiar que
encuentran los y las jóvenes de América Latina y el Caribe. Son los jóvenes
hombres los que tienen mayor participación laboral y, por cierto, esa participación
aumenta a medida que tienen mayor edad; es decir, los de 15 a 19 años en su
mayoría permanecen en el sistema escolar y, a medida que terminan el nivel medio,
empiezan a buscar un trabajo.
Esta participación laboral, además del aspecto de la edad, aumenta en las zonas
rurales para los hombres y disminuye, en el caso de las mujeres; lo cual puede ser
explicado por el tipo de trabajo disponible en el campo y los niveles de salarios
ofrecidos. En cambio, las mujeres se ocupan mayormente a las tareas domésticas
no remuneradas.
2.1 El desempleo y la informalidad como barreras de la inserción laboral
En el estudio más reciente de la OIT (marzo 2022) sobre la “Inclusión laboral de las
personas jóvenes en América Latina y el Caribe en tiempos de crisis, desafíos de
igualdad para las políticas públicas” nos muestran una gráfica muy ilustrativa que
explica el fenómeno mencionado en el párrafo anterior. Ver Gráfica No. 1
Otro dato interesante que resalta el estudio citado, es el hecho de que, al comparar
la edad en la región, de los jóvenes entre 25 y 29 años, resultan ser que tienen una
tasa de desempleo dos veces mayor que la población adulta que va de 30 a 64
años. Esto refleja una de las barreras por las que atraviesan los jóvenes para
conseguir un empleo, ya que los adultos tienen más experiencia laboral acumulada.
En cuanto a las zonas de residencia de los jóvenes, se comprobó que los que viven
en zonas urbanas, tienen una tasa de desempleo en promedio 2.5 veces mayor que
los viven en zonas rurales.
Al medir en el estudio, el desempleo por sexo y edad, se comprobó que las mujeres
presentan tasas de desempleo mayores a los hombres en todos los tramos de edad,
especialmente entre los 15 y 24 años. Cuando agregamos a esta realidad la
situación de discapacidad en los y las jóvenes, señala la CEPAL que “el escenario
es aún más desalentador”.
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