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de los mercados, inversión del Estado y las empresas privadas,

en capacitación para el empleo. Reitero, que aquí en
Panamá, la empresa privada dice: “No me están produciendo
los cuadros técnicos que, necesito” lo que, siempre digo a
mis amigos empresarios: ¿Que estás haciendo tú, para que
produzcan esos técnicos? simplemente digo lo que hay que

hacer, pero ¿Por qué no dan un paso al frente para hacer que
esto se resuelva?

Dicen que el INADEH, me lo resuelva, que el sistema de

educación formal, lo solucione, pero cuando en la Convención
Colectiva de Sindicato, expone: quiero que te obligues, con
cada máquina nueva que llega, le enseñes al trabajador que
está allí a utilizarla, señalan: no, no, no, no voy hacer eso.

Esas son las cosas, los retos que hay que superar, educación
para el desarrollo humano, no para el trabajo, que es una
concepción en la que diferimos con mucha gente en el
sentido; de que hay que educar para que las personas

aprendan a trabajar.

El origen de la concepción de educación es para que las
personas se desarrollen como tal; en cuanto al trabajo,
el recurso humano, no es un castigo, ni es una necesidad,

ni el trabajo que se invierte en una mercancía, es forma o
debe ser una forma de autorrealización. La persona debe
trabajar, por ello. No porque considere el trabajo como un

mecanismo, para sobrevivir. Me voy a educar para trabajar,
para ser mejor persona, por tal razón con esos atributos,
debo considerar el desenvolverse en un área de trabajo,
como una persona para trascender, no para poder sobrevivir.
Esos conceptos habrá que abordarlos tripartitamente, para

superar los retos de la producción en el futuro. Entre ellos:
la renovación del modo de hacer sindicalismo, bueno ya
lo dije, capacidad de adaptación a los cambios por parte

de inversionista, del estado, de los trabajadores, nuevos
derechos de los trabajadores, deben ser reconocidos, haber
flexibilidad en la reglamentación de los nuevos trabajos.

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