Page 31 - MEMORIA 2020
P. 31
CUENTO
– ¡Desayunando y moviendo el culo! - irrumpió esa voz chillona y ochentona con la que convive lo que
me queda de existencia.
Ahora que lo pienso y saco cuenta, son un poco más de quince años ya en esta gritadera que funciona
como alarma a la hora de terminar mi cita con Morfeo, ella me lo había advertido por primera vez,
aquellas fiestas patrias cuando crucé el puente y me instalé en este rincón que no dista mucho de
parecerse al lugar donde me crie, yo sabía que mientras fuese menor de edad se hacía lo que ella dijera,
total estaba en su casa. Siempre ha sido una mujer determinante en carácter; con el paso de los años la
edad ha provocado estragos en su humor, prueba de ello eran las condiciones de convivencia que han ido
cambiando de tiempo en tiempo.
– ¡No me importa que ya tengas cédula, si sigues viviendo bajo este techo se siguen miiiiiiis reglas, si no,
ahí está la puerta! ¡Ya trabajas, pagas los recibos!
– Lo sé, no tienes por qué gritar, todos los vecinos te escuchan...
– ¡Cállese que estoy hablando carajo!
Generalmente me iba moviendo el culo a desayunar para complacer a Yuya, viéndola de reojo con esa
cara de sarcasmo que es herencia de los González, ¡porque mmm! los Smith son gente conservadora,
esos negros eran recatados y educados, habían llegado de las Islas Martinicas. La memoria familiar nos
dejó bondades de esos ancestros y ancestras esclavizados, pero no esclavos.
– No, no no nooo, no señor no es lo mismo ni se pronuncia igual, - siempre replicaba mi viejo con su dedo
alzado para negar con fuerza aquella condición sufrida por muchos.
Llegaron a la “tacita de oro” y de ahí en adelante fue un ir y venir en esto que heredamos
por casa, de esa raíz colonense son los Smith, algunos deportistas; otros, cantantes, sobre todo muy
estudiosos. Desde que Gregory y Bárbara Smith llegaron, han pasado tres generaciones, si bien estamos
preparados, lamentablemente andamos casi todos desempleados, algunos primos dicen que es la lotería
que no nos alumbra. Pero yo he comprobado que hay un estigma hacia todo lo colonense, eso que llaman
discriminación entre dientes y de lo que poca gente quiere hablar quién sabe por qué; posiblemente
no conviene que afuera el mundo se entere que los negros ocupamos importantes lugares en “el hub
empresarial y financiero” por nuestros estudios y no por apellidos y parentescos. Me baño apurado como
31