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Las mujeres y sus derechos económicos

Las mujeres y sus organizaciones, históricamente han reivindicado
la necesidad de participar en la actividad económica y acceder a
ingresos propios. Junto a ello se destaca la demanda de servicios de
cuidado a nivel comunitario o municipal.

En el anexo N°1, se observa que en el país, según la encuesta de
mercado laboral de agosto 2017, el 51.2% son mujeres en edad de
trabajar activas en la economía, de esta mitad de mujeres panameñas,

el 92.25% están ocupadas, además, existe un subempleo visible e
invisible de 9.0% y un desempleo de 7.7%.

En el área urbana las mujeres activas son el 53.4%, el 91.6% está

ocupada; las subempleadas (visible e invisible) son el 9% y el
desempleo baja a 4.5%. Las mujeres activas en el entorno rural son
menos, 45.5%, no obstante el 94.2% está ocupada. En las comarcas
indígenas es mayor la proporción de mujeres activas con el 62.8% y

99.8% está ocupada.

Lo anterior muestra la extraordinaria necesidad que tienen
las mujeres de reclamar y demandar plataformas de servicios

públicos municipales y comunales que contribuyan a configurar
una organización social del cuidado distinta, que incluya no solo la
atención de la infancia sino de los adultos/as mayores; de cuidados
especiales y para diversidades funcionales o mentales, discriminadas.

Todos estos cuidados se asignan a las mujeres, cambiar esto también
requiere con urgencia la responsabilidad de quienes integran el
hogar y que haya redistribución de las tareas del trabajo de cuidado.
En Panamá, esos cuidados han tenido avances, estancamientos

y retrocesos, lo cierto es que los existentes no son suficientes y
requieren estar en las comunidades y al servicio de las familias. En
ese sentido, las mujeres que mantienen una demanda insatisfecha
de servicios de cuidado públicos son las indígenas de las comarcas,

por la elevada proporción de actividad económica que realizan, no
obstante, alli no se observan servicios de esta naturaleza.

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