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requisa. Eso se comenta y todas hablan de que es inminente. Casi siempre para estas fechas hacen las
     CUENTO  requisas. Cuando las hacen se encuentran de todas clases de cosas: objetos pulso cortantes, tijeras, corta


            uñas, limas de uñas, pinzas, celulares, cargadores, papel para feeling, tarjetas telefónicas y hasta  bebidas

            fermentadas y drogas. De todas esas cosas lo más valorado es el celular. Nos ponen a hacer ranitas para

            que los celulares salgan de nuestras vaginas. Las consecuencias de estos abusos inciden de manera muy

            fuerte en una mujer, porque aunque seamos prisioneras seguimos siendo mujeres. Por eso aquí hay un

            montón de mujeres con problemas de salud y de autoestima que tienen la dignidad por el suelo.


                   Yo descubrí que la biblioteca podía ser una especie de espacio que hiciera que las mujeres se

            sintieran mejor. Organicé un recital de poesía y otro de cuento. Eso las hacía felices, aunque sea por un

            rato. Si en la iglesia ellas podían encontrar algún tipo de alivio espiritual, aquí podrían hallarlo también.

            Aquí la palabra necesidad tiene muchos nombres. Aquí todo tiene un valor. Desde una vasija de plástico

            hasta una cuerda para tender los panties. Y debes hacer algo para generar dinero al menos que tengas

            a alguien que te lo traiga. Vivir en la cárcel cuesta más dinero que vivir en libertad. Por eso pensé que

            incluso podía vender poemas a precios ilusorios, pero como dicen los chinos, centavo a centavo se hace

            una fortuna. Lo primero que pensé fue en cómo hacer para que me pagaran por leer libros. Les decía a

            las compañeras internas que me dijeran una palabra y yo les escribía un poema. Para sus cumpleaños,

            para días especiales, para regalarlo a otra compañera. Pero no todas estaban contentas con lo que hacía

            en la biblioteca, sobre todo porque había eliminado el salón de belleza. Algunas me detestaban por eso

            y me habían amenazado de quemar la biblioteca. Nunca les hice caso.


                   Este santuario ha acogido desde sus inicios salas de investigación, un zoológico, un jardín botánico,

            un laboratorio y una gran sala para reuniones. Las salas de la biblioteca son las más importantes de

            toda esta magna institución que cuidamos con celos. Los Ptolomeos nos han apoyado para conservar

            la Biblioteca que siempre ha luchado firmemente por mantener un ambiente de estudio, erudición y

            de trabajo. Hemos dedicado grandes recursos para  la adquisición de libros con obras de Grecia, Persia,

            India, Palestina, África y muchas culturas. La literatura griega y helenística es la de nuestra preferencia.

            Todos  hemos  sido  pensadores  que  hemos  trabajado  durante  años  organizando  este  sagrado  lugar.

            Sabios,  filólogos  y  filósofos,  copistas  comprometidos  con  la  palabra  y  el  conocimiento.  Ahora  todo

            arde en llamas. La más celebre biblioteca de todos los tiempos arde en llamas.  Pero nuestros nombres

            serán recordados: Zenódoto de Éfeso, Calímaco de Cirene, Andrónico de Rodas, Eratóstenes de Cirene,



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