Page 36 - Memoria2017
P. 36
CUENTO Punto de partida
“A veces me pregunto cómo ocurrió que fuera yo quien desarrolló la teoría de la relatividad. La razón, creo, es que
un adulto normal nunca se detiene a pensar en los problemas del espacio y el tiempo. Esas son cosas en las que ya
pensó cuando era niño. Pero mi desarrollo intelectual fue lento, por lo cual empecé a preocuparme por el espacio
y el tiempo sólo cuando ya era mayor”.
Albert Einstein
El punto de partida fue una idea. La idea nació de un asesor de una empresa en una reunión de
ejecutivos hace muchos años atrás. Primero pensaron en ensanchar la carretera panamericana. Luego
en hacer una mega autopista que acompañara las líneas del metro. Finalmente ganó la idea de construir
una autopista anti-estrés. La primera como respuesta inmediata a los problemas de congestionamiento
vehicular en la ciudad capital y de los altos niveles de tensión. El magno proyecto facilitó el traslado de
la carga de la Zona Libre y todos los puertos hacia Centroamérica, a la vez que el envío de productos
a todas las provincias centrales a los puertos del Atlántico a la vez que favorecía la cultura. Pero eso
era apenas el principio. La construcción de la autopista anti-estrés atravesaba toda la parte baja de la
Cordillera Central que unía las provincias del país y en cada montaña, cada cerro se construiría un mega
proyecto cultural. Al principio fue un problema convencer a los ambientalistas que temían que los ríos
y la fauna pudieran ser perjudicados por las instalaciones de equipamientos culturales construidos para
poder aliviar el estrés. Millones de millones de residentes estaban siendo afectados por la planificación
urbana desordenada que había provocado un pésimo servicio de transporte selectivo y colectivo de
pasajeros y la ausencia de espacios de recreación. La Mega-Autopista anti-estrés era la solución positiva
que mataba dos pájaros de un tiro. La construcción de la autopista descongestionó el eje de la ciudad-
campo, además ya no era necesario ir a un museo porque lo podían ver mientras viajaban y, además,
desvió el tráfico de carga pesada que surcaba las congestionadas calles de la ciudad capital que había
crecido de manera descomunal. No hubo que sacrificar muchos árboles y permitió nacer en las cordilleras
una cadena de centros culturales y bibliotecas dinámicas de exhibición que contempló un monorriel en el
centro de la autopista, un metro-cable, un parque acuático, un jardín botánico y un centro logístico aéreo,
donde cientos de turistas ahora podían llegar. Las montañas de las cordilleras ahora eran magníficos
parques temáticos asociados que formaban una red multi-cultural que conectaba los centros culturales y
36