Page 35 - Memoria2017
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Aristófanes de Bizancio, Apolonio Eidógrafo, Aristarco de Samotracia; porque fuimos los que preservamos
CUENTO
el conocimiento durante todos estos años.
Nadie se dio cuenta cómo empezó el incendio. Nadie vio cómo incendiaron la biblioteca. Dicen que
cuando empezó en motín las mujeres empezaron romperlo todo. Rompieron las oficinas administrativas,
el comedor, las salas de visitas, solo se salvó la sala de maternidad y la iglesia, pero la que salió perdiendo
fue la biblioteca que empezó a arder en llamas. Sólo había una mujer adentro y era la que precisamente
cuidaba de la biblioteca. La ultima en salir dice que no la vio. Otras dicen que ella solía quedarse dormida
mientras arreglaba los libros para coger su cinco. Los bomberos llegaron pero la directora no dejó que
entraran con la excusa de que no era seguro y mientras tanto la biblioteca se consumía. Si acaso un libro
se salvaría de una interna que solía pedir prestados los libros. Cuando abrió el libro en su hogar descubrió
un poema anónimo que había nacido de una palabra: libertad.
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