Page 58 - MEMORIA 2019
P. 58
También llevo estadísticas de los 52 domingos que he tenido libre, de las 18 veces que tuve que trabajar con fiebre,
CUENTO de las 213 veces que salieron a cenar o al cine dejándome la ropa recién lavada para que les hiciera el favor de
doblarla, guardarla en los cajones o guindarla en los roperos, cosas que regularmente les tocaba a ellos, de las 9
veces que me trajeron dulces y la comida que no pudieron comerse, de las 40 veces que tuve que salir con ellos
a buscar agua; de los 311 días que tuve que hacer los mismos oficios aunque tenía los dolores de la regla que me
viene tan fuerte, de las 6 veces que tuve que ir al doctor por los cólicos y me pidieron que terminara mis oficios
antes de ir a la clínica, que ellos no me pagaron, llevaron o acompañaron; de los B/. 32.50 que me descontaron por
los platos rotos de la vajilla fina que rompí una vez que esquivé un juguete abandonado en el piso entre la cocina y
el comedor; y las 120 veces que acompañé a doña Betita a hacer supermercado siempre en mis supuestas horas de
descanso porque como yo no tenía nada que hacer escogía ese tiempo para que cambiara de aire, saliera un poco y
me entretuviera.
Hasta tengo anotadas las 23 veces en las cuales don Tato me tocó la nalga, las 45 veces en las cuales Junior, el
mayor, me enseñó la picha y trato de tocarme las tetas, las 65 veces en el “Tatito” también me la mostró, las 6 veces
en que el benjamín de la familia hizo lo mismo, las 3 veces en que los tres en grupo, me acorralaron, manoseándome
y tratando de forzarme, y de la única vez en que la señora Betita que pidió que me acostara con ella un rato y
comenzó a acariciarme y a besarme.
Este sábado 12 de enero cumplo cinco años de trabajar con esta familia, ya tengo 18 años. Mañana es mi día libre,
me voy, comenzaré otras matemáticas…
Las bodas de plata de Mago en la construcción
Estos pendejos vagos de mierda creen que me van a joder. No por gusto me llamo Medardo Antonio Gómez Ovalle,
ni es por mi linda cara que me dicen Mago en la construcción, donde llevo treinta y cinco años de trabajo continuo.
A pesar de que me falta nueve años para jubilarme aquí hay capataz pa´rato. Aunque no siempre fui capataz. Yo
comencé desde abajo, tirando pico y pala, paleando arena y mezcla, después pegando bloques y repellando paredes
antes de conseguir este trabajo.
60
