Page 53 - MEMORIA 2019
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Llega al patio
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                                         pensativo y cabizbajo


                                         con su silencio de pobre

                                         Con los gritos por abajo


                                         La ropa allá en los balcones


                                         El viento la va secando


                                         Escucha un trueno en el cielo

                                         tiempo de lluvia avisando






            Mira, comienza a decir, en mi opinión producto de una vida miserable, Pablo Pueblo no tiene muchas razones

            para reír por lo que anda siempre pensativo, masticando su miseria, con una autoestima ultrajada que lo mantiene
            cabizbajo, es cómo Adán García, canción que bien podría ser un continuación de esta, tipos que andan con la

            “tranquilidad del desesperado”, en el exterior no se nota su desesperación, pero en su fuero interno hierben de

            tristeza, angustia y desilusión, dando gritos por debajo, carcomidos emocionalmente.  La mejor respuesta que tiene

            a lo que vive en su silencio de pobre, que es un silencio pasivo, autodestructivo.  Por otro lado, en la segunda parte
            de la estrofa, se plantean las cosas rutinarias de la vida, de las cuales uno puede estar seguro, cosas que no dependen

            de uno, como el viento en los balcones que seca la ropa y el trueno que avisa la lluvia, son cosas naturales.  Cosas

            que, si uno tuviera el control de ellas, ya el capitalismo se las habría apropiado, comerciándolas, poniéndoles precio,

            y luego vendiéndolas a nosotros mismos.





            Todos ríen y Lencho dice “Se ríen, les parece gracioso, pues así mismo es el capitalismo salvaje de nuestros días,

            que cuando puede nos fastidia a todos.  Es de todos sabido que los gringos se llevan nuestras frutas y nos venden

            el jugo, que se llevan nuestra madera y nos venden los muebles”.  Esos “putas” son los conquistadores de nuestro
            siglo, como lo fueron los españoles durante la colonia, y como ellos, no tienen misericordia.






            Alguien dice, no jodas Lencho, es que nos pareció graciosa la forma en que lo dijiste.  Pero sigue que esta bueno

            tu análisis.




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