Page 67 - MEMORIA 2019
P. 67

eso no saca más que golpe…”
                                                                                                                         CUENTO
                                                           *****


            Seguía su conversar solitario, mientras deambulaba por los eternos bananales, había empezado a caer una

            lluvia menudita y fría, que se le iba metiendo al cuerpo como agujas finitas y le iba cobijando poco a poco,

            hasta que quedó completamente mojado.






            Por más de cuatro días, un millar de ellos, sitiaron sin resistencia el cuartel de policías. Los más jóvenes,

            incluso niños, lanzaban una lluvia constante de piedras y palos sobre la instalación policial, esporádicamente

            y corriendo gran riesgo, uno que otro policía se animaba a disparar bombas lacrimógenas o detonaciones

            de perdigones, pero sin abandonar la protección del cuartel y con mucha imprecisión, los blancos en

            permanente movimiento eran muy difícil de alcanzar.


            Los líderes esperaban, que más temprano que tarde, a los policías se les acabaran las provisiones que

            tenían dentro del cuartel, ese sería el momento de negociar con el gobierno. Ellos por su parte no tenían

            problemas, sobrevivían con café y banano hervido; estaban acostumbrados, podrían resistir meses sólo

            con café y banano hervido, pero los policías ni eso tendrían, así que sólo era cuestión de esperar, en

            cualquier momento se darían por vencidos.


            Era evidente, que la ley, había sido el peor error que cometiera el, recién instaurado, gobierno. El país estaba

            paralizado, la huelga era general. En cada provincia había enfrentamientos con la policía; la Asamblea

            Nacional había sido cerrada y permanecía custodiada por antimotines; todas las calles cercanas al palacio

            presidencial estaban cerradas debido a las multitudinarias marchas que se organizaban a diario.


                                                           *****


            “Debe ser de madrugada, porque toy que tiemblo de frío, puede ser fiebre también, pueda que tenga

            fiebre. Es la tercera vez que caigo en estos sanjos del demonio, no se si tengo la cabeza rota, ya ni siento

            dolor, pero tengo el pelo empegociao. Mi mujer debe haberme dao por muerto, ya llevo días perdio, no sé

            cuántos, tres tal vez o cuatro, si tan sólo viera alguito, aunque fuera un bulto, el rescordillo del sol, pero

            nada, esta negra oscuridad que es como una brea, me tiene atrancado los ojos.


            Yo no me arrepiento de la huelga, de haber tirado piedra como tiré, de haber escalabrado a ese policía; me


                                                                                                                    69
   62   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72