Page 68 - MEMORIA 2019
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arrepiento de haberme dejao engañar, de haber apoyao esos maliantes.
     CUENTO  Pienso en Antonio, mi amigo Antonio. Mucho aprendí con él, a leer a escribir y a sumar …




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            La sed se le metía al cuerpo, al estómago como un puñal caliente; sentía apretado el pecho y las fuerzas se

            le escapaban con cada paso. La nueva herida en su cabeza no podía empeorar su deplorable estado, ya el

            cuerpo nos respondía a la sensación de dolor.


            Se le hacían difusos los pensamientos, no sabía si pensaba, si recordaba o si imaginaba, era todo un

            desvarío, un desasosiego. El silencio se hizo más grande y entre ese hilvanar de recuerdos y entre esa

            tembladera, se quedó dormido.


            Soñó que regresaba a su casa, que en la puerta del racho le esperaba su mujer con sus hijos y su nieta, una

            sopa de pollo hirviendo estaba servida en la mesa y atrás, en la hamaca, acostado y sin camisa, estaba su

            amigo Antonio. “Te habías perdido Benigno – le dijo con una amplia sonrisa, característico en él, pero

            cuando fue a levantarse para saludarlo, vio que tenía el pecho lleno de puntitos negros, no solo el pecho,

            también el cuello, la barriga y los brazos. De esos puntitos le empezó a salir un agua rojiza y fueron

            brotándole gusanos, miles de gusanos y le andaban por el cuerpo, por la cara, se le metían por los ojos,

            por la nariz y por la boca, hasta que le cubrieron por todas partes. Se despertó asustado, la fiebre y la sed

            le nublaban el juicio.


            Trató de levantarse, pero ya no pudo, arrastrándose llegó a una mata de tallo y le entro a mordisco, el

            amargo jugo de la mata le arrancó la sed, le supo a gloria cada gota que bebió, mejor dicho, que chupó

            cual vampiro. No sólo le mató la sed, sino que sintió que hasta le aplacó el hambre. Ahora los recuerdos

            le regresaron más vividos.


            Al quinto día de huelga, cuando parecía que finalmente la policía no resistiría el asedio, dos aviones y cinco

            helicópteros, aterrizaron de improviso. Unidades de fuerzas especiales y cargamentos de municiones.

            Fueron tomados por sorpresa, el aeropuerto estaba completamente despejado y fue tarde cuando lograron

            tomar el control de ese punto de entrada que no habían previsto. El conflicto estalló con toda su furia.


            La policía atacó  brutalmente cada frente de  resistencia, cada trinchera. Primero fue  algo caótico, los

            ataques inesperados por parte de la policía produjeron desbandadas, pero poco a poco se fue restaurando



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