Page 33 - Memoria Premios IPEL 2021
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Cuando la luz apareció tibia y brillante en la Cüö Sëndä, Aburema despertó. El
                  Sukia silenció los cantos. La Meri Nuäre, habló en baja voz, mirando fijo el suelo y juntas

                  sus manos en su pecho, parecía dura como si fuera de piedra.
                           Abajo en la llanura, la gente se juntó frente a la gran roca, esperaban que el Quibian
                  hiciera el rito final, reconociera al ganador, entregara los premios y dieran por fin a los

                  festejos. Todos conocían ya, que los espíritus inquietaron el sueño de Aburrema en medio
                  de la noche.

                           Cuando el Ngwana subió hasta la mitad del cielo, sonó otra vez el caracol y bajaron
                  del risco el Quibian, la Meri Nuäre Aburema, la anciana madre y los más valientes guerreros
                  del Quibian. Cuando acabaron los cantos, cuando callaron los tambores y todos los pueblos

                  esperaban la palabra del Quibian, la Meri Nuäre Abureme se levantó, dio unos pasos al
                  borde de la piedra y habló tan alto como le fue posible.


                           “Cuando Deo cubrió de negro la Cüö Sëndä, el bosque y la llanura inmensa del
                  Yebra, los espíritus sagrados llegaron a mí. Horribles historias venideras me contaron.
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                  Del fondo de Ñúutuo Krï  manará el fuego, el humo subirá al cielo y un Nö Krï de fuego
                  escurrirá  en  las  laderas.  Los  vientos  traerán,  por  medio  del  mar,  hombres  de  la  carne
                  blanca,  sus  cuerpos  y  sus  cabezas  están  cubiertos  y  en  ellos  no  entran  las  flechas.

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                  Controlan el viento para empujar sus naves, controlan el fuego y el Roä Cuinda  para matar
                  hombres, montan sobre bestias terribles de cuatro patas, son hijos de otros dioses y aman
                  sobre todo el brillante oro.




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                  19 Ñúutuo Krï: Volcán
                  20 Roä Cuinda: Trueno













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