Page 55 - Memoria Premios IPEL 2021
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puerta. Sube y antes de trasponer el umbral, escucha quejas. Son quejas, pero de placer.
Pronto se da cuenta de que Waní está haciendo el amor. Cruza la entrada.
Hay un hombre blanco y larguísimo, barbado como los conquistadores españoles
del siglo quince. Sí, como de otro mundo. Está desnudo y está tendido sobre Waní, quien
se mueve con ojos cerrados. Un sombrero de paja, bluyín y botas de caucho están regados
en el piso, pero el extraño no se parece a ningún agrónomo que frecuente la zona.
—¡Qué es esto, mujer! —exclama el tonguero enloquecido por lo que a todas vistas
es una flagrante traición.
Los cuerpos que estaban trenzados se desprenden uno del otro, de golpe, como un
nudo falso al que le halan un extremo de su cinta. Aparecen miradas de ojos desorbitados.
—¿Qué haces aquí? —pregunta Waní
—¡¿En nuestra choza?!
—Me refiero a qué haces en mi sueño.
El tonguero mira a su alrededor con incredulidad.
—¿Es un sueño? —murmura como hablándose a sí mismo.
—Por supuesto. Vamos, vete. Sal.
El tonguero, aturdido, obedece la orden. Sale de la choza y comienza a bajar uno a
uno los escalones del tronco.
¿Qué pudo ser aquello sino un sueño? El tonguero se dice que es hora de hacer
caso a lo que decía su padre: No se debe permanecer ensimismado por demasiado tiempo.
Waní sigue en su encuentro amoroso hasta que la oscuridad se traga por completo
el poblado. El hombre rubio, tal como apareció, desaparece. Waní no le parece extraño que
así sea, dado que fue un sueño.
Algunos meses después, llega el zigzagueante rumor de que un estudioso alemán
ha estado rondando la región. Estuvo alojado, aseguran, en una cabaña en la Palma y vagó
alrededor de la comunidad pesquera por un tiempo. Waní y el tonguero escuchan el chisme
con curiosidad, pero no se preocupan más de la cuenta.
Unas semanas después, sin embargo, los sacude el asombro por un tercer
embarazo. Es entonces que lo entienden: este tercer hijo tendrá rasgos diferentes al de los
otros dos, y sus ojos, tal vez, brillen celestes y alemanes.
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