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definir espacios de actuación diferencial para las entidades oferentes, evitando la
duplicación de esfuerzos.
5) Reconocimiento al constituirse en referentes para los procesos de certificación
y para facilitar la movilidad del talento humano.
2.1 Fragmentación de la oferta
El sistema educativo panameño está fragmentado entre educación regular y no
regular, lo que impide la movilidad de los estudiantes. La oferta de formación que
habilita para el trabajo se brinda en la educación profesional y técnica con los IPT,
los institutos técnicos superiores no universitarios, el INADEH, los técnicos
superiores universitarios y el ITSE.
Esta dificultad se hace más compleja por el hecho de que no existen sistemas de
información sobre la oferta educativa y de formación integrados que permitan
visualizarla y compararla, situación que se verá solventada por el MNC, el cual
además de facilitar la organización de la oferta, le da una nomenclatura que puede
aplicarse para el diseño de los sistemas de registro y de información de los distintos
programas.
2.2 Definición de los perfiles a los que apuntan los programas.
La definición de los perfiles a los que apunta la oferta no está alineada con la
Clasificación Internacional de Ocupaciones y no responden a definiciones basadas
en necesidades determinadas con el sector productivo. Además, no existen diseños
curriculares a partir de la visión de trayectos ocupacionales.
No existen parámetros de comparabilidad entre las distintas ofertas ni por niveles
de cualificación, competencias a las que apuntan o por carga horaria.
En un ejercicio practicado por OIT / CINTERFOR hace algunos años se analizó la
oferta educativa y formación profesional en el sector construcción de Panamá, en el
que aparecían 61 cualificaciones, se identificó una serie de inconsistencias y
confusión para los estudiantes y para el sector productivo de los aprendizajes que
se consiguen con el paso por esos programas. No existe un sistema de
equivalencias, como pueden ser los créditos, que esté articulado y utilizado de una
manera comparable entre las distintas ofertas para que facilite la transferencia de
una a otra, dificulta la movilidad de las personas y la identificación de itinerarios
formativos claros que fomenten la acumulación de aprendizajes a lo largo de la vida.
Frente a ese panorama se observa la necesidad de implementar un Marco Nacional
de Cualificaciones porque, además de organizar la oferta de formación, también
permite dar estructura a las ocupaciones de un determinado sector, organizadas por
niveles de cualificación. Asimismo, el MNC aumenta la visibilidad y valoración de
los diferentes niveles y permite construir trayectorias formativas.
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