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CUENTO  general. Por el prestigio y ese tipo de cosas. Vivió con lo justo. Ahorró un par de miles de




            dólares. Aguantó días interminables de pretender que le interesaban los problemas de los

            demás. Como si fueran de ella. Se especializó en garantizarles a los clientes de alto perfil


            que sus herencias serían administradas sabiamente. Estructuras testamentarias que años más


            tarde se convertirían en pecados capitales y causales de caer en listas de todos los colores.


            Se dio cuenta que mientras más plata tiene una persona, más le preocupa morirse. Los ricos

            quieren que cada uno de sus centavos se maneje según sus intenciones. Que los hijos no se


            peleen por plata. Queno pasen trabajos. Que todo el mundo quede protegido. Es más fácil


            que un camello entre por el ojo de una aguja...


                   Su deseo de estudiar lejos, justificaba vivir un poco de mentira. A veces uno tiene

            que hacer sacrificios y cosas que no le interesan en lo más mínimo si quiere avanzar. No se


            puede tener todo lo que uno quiere, todo el tiempo.


                   Se metió en dos préstamos educativos, de esos en los que tienes que conseguirte dos


            fiadores que tengan sueldos de 4 cifras y trescientos años de estabilidad laboral. De esos

            que el día que te atrasas en un triste pago, le embargan hasta la madre a los pobres fiadores


            que de tan buena fe te ayudaron. Atendió un par de casitos legales, hizo un par de


            sociedades sin derecho a cobrar Agente Residente por siempre jamás. Intentó sin éxito


            sacar algunas visas. Por mucho que uno estudie y no se copie y tenga asistencia perfecta,

            cuando te toca ejercer en la vida real, el sistema te escupe en la cara que todos tus estudios


            no pesan más que los contactos adecuados. Todo muy normal.


                   Cuando ahorró lo suficiente hizo su papeleo, compró su tiquete y fue pa´lante. Y un


            día se encontró en medio de aquel maizal. Más o menos como el lugar en el que cayó el

            meteorito en el que Superman llegó a la Tierra. Se suponía que con la media beca que le



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