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ser bipartita (trabajadores y empleadores) o tripartita (trabajadores,
        empleadores y gobierno).  Al mismo tiempo, la concertación puede

        referirse a aspectos laborales o bien puede comprender temas más
        amplios, de carácter económico y social, como ha sido la evolución
        de  las  experiencias  europeas  y  latinoamericanas.    En  este  último
        caso, con una agenda económica y social o todavía más amplia, la

        concertación  es  susceptible  de  incorporar  a  otros  sectores  de  la
        sociedad.
             Puede decirse que la concertación es una manifestación superior
        del diálogo social.

              Finalmente, la concertación supone consenso, no mayoría de
        votos.  Por ello, es un ejercicio de concesiones recíprocas, en aras de
        alcanzar un objetivo compartido por los interlocutores.



        IV.          PRESUPUESTOS PARA EL DIÁLOGO SOCIAL Y LA
                             CONCERTACIÓN SOCIAL


                  Como  anticipamos,  el  diálogo  social,  sobre  todo,  su

        institucionalización  y  eficacia,  demandan  la  existencia  de
        determinados  presupuestos, sin  los  cuales  no  podría  alcanzar los
        mencionados efectos. Estos presupuestos se extienden y son más
        necesarios en la concertación social.  Examinaremos los principales.

        1.  Libertades públicas: Es menester la plena vigencia en el país de las
        libertades públicas.  La misma necesidad de interlocutores sociales
        fuertes y bien organizados, demanda un marco amplio de libertades
        públicas, que, al mismo tiempo, favorece una actitud positiva entre

        las  partes  y  frente  al  gobierno.    La  democratización  en  América
        Latina, favorece, sin duda, que pueda concretarse la identificación
        de este presupuesto.
        2.  Libertad  sindical:  En  el  mismo  orden  de  ideas,  debe  existir

        materialmente libertad sindical, la cual, a su vez, exige la garantía
        de libertades públicas.  La libertad sindical posibilita la existencia de
        interlocutores fuertes y representativos, sin los cuales no es posible
        ni el diálogo  ni la concertación social. La libertad sindical es una

        exigencia no sólo desde el punto de vista jurídico o declarativo, sino
        como una necesidad de vigencia en los hechos y de actitudes de



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